Apenas llevaba unos cuatro meses escribiendo en este blog y unas escuálidas nueve entradas publicadas cuando finalicé con la lectura de Grandes Esperanzas de Charles Dickens y, sin perder tiempo, me preparaba para compartir mi opinión sobre esta increíble historia. Si bien he conocido a Dickens de toda la vida, no fue sino hasta el año pasado cuando me animé a probar suerte con su obra; por lo mismo, le tengo un cariño inmenso a este libro.
Mi primera adaptación fue la miniserie de 2011 y la vi un poco después de terminar la novela. Por el momento me limitaré a decir que la experiencia fue fatal, por lo que saber de esta película supuso un fugaz rayo de esperanza después de semejante decepción. Esperé con toda la paciencia del mundo que llegara a los cines por aquí, pero pese a la confianza que tenía en la fama del director y varios de los actores, eso jamás pasó. La vi hace poco menos de dos semanas, y a pesar de la incomodidad, disfruté mucho de ella y terminé con la sensación de haber aprovechado bien mi tiempo.
Sinopsis
El joven huérfano Pip tiene la oportunidad de superar sus humildes orígenes gracias a un benefactor misterioso. Habiéndose trasladado como caballero a un Londres dominado por las estratificaciones sociales, Pip hará uso de su nueva posición para lograr a la bella Estella, una heredera consentida a quien ama desde la infancia. Sin embargo, la estremecedora verdad oculta tras la gran fortuna desencadenará consecuencias devastadoras para todo cuanto Pip aprecia.
Opinión Personal
Creo que es totalmente imprescindible conectar con los personajes al ver una película, y, cuando se trata de una adaptación, sentir además que evocan las mismas emociones que sus homólogos literarios. Independiente del curso de la historia, era esto precisamente lo que más esperaba de esta en particular, y he de decir que no me ha desilusionado en absoluto. Es probable que no logre destacar y pasar a la historia, pero en mi humilde opinión tiene varios puntos fuertes que permiten disfrutar de esta historia.

La trama se mantiene, en general, bastante fiel a la novela, aunque debido a que cuenta con un tiempo en pantalla bastante más reducido para desenvolverse, el ritmo es bastante rápido y hay algunos sucesos que pueden parecer un poco apresurados. Un gran punto a favor es que repasa algunas ramas y detalles del original que se han dejado fuera por uno u otro motivo en adaptaciones anteriores, como el personaje de Biddy y su influencia en la historia. Gracias a la magnífica elección de actores, logré sentir la misma conexión por los personajes de la película que por los de la novela, sin exagerar cualidades o defectos de alguno de ellos, desde la bondad infinita y desinteresada de Joe hasta el esnobismo de Pip. El único pero en este punto es cierta tendencia a mostrarnos una que se encuentra en constante lucha con aquellas formas con que ha sido criada y que ha adoptado para su vida futura, cuando en la novela no me pareció percibir ni un asomo de duda. Esto también está presente en la miniserie de 2011, e imagino que la razón es simplemente reforzar la parte romántica.
Contando con excelente ambientación y cinematografía, además de un agradable soundtrack, es una adaptación que pese a tener el tiempo contado logra llegar hasta lo más profundo y conmover, y admito que en ciertos momentos mi lado más sensible me impidió contener las lágrimas. Conserva aquel tono melancólico y refleja muy bien la complejidad de una historia que, a pesar de su antigüedad, se mantiene totalmente relevante. Además, debo darle puntos extra por la ambigüedad del final.
Título Original: Great Expectations
Director: Mike Newell
País: Reino Unido
Año: 2012
Guión: David Nicholls
Basado en: Grandes Esperanzas, de Charles Dickens
Reparto: Jeremy Irvine, Holliday Grainger, Ralph Fiennes, Helena Bonham Carter, Jason Flemyng, Robbie Coltraine