Sin embargo, mentiría si dijera que es lo único que me detuvo. Por supuesto que el tema del cáncer es delicado, pero en mis circunstancias, y las de mi familia en general, es un tema aún más difícil de tratar. Y pensar que estaría recordando momentos doloros todo el tiempo me detuvo por mucho tiempo de acercarme a este libro, independiente de que me saturara, independiente de su autor y eso de los nerdfighters que, sinceramente, me tiene harta.
Lo empecé a leer en el celular cuando las comprensivas recepcionistas del colegio de mi hermana y antiguo último colegio mío me tuvieron casi una hora sentada esperando un día que tenía que retirarla con urgencia porque estaba en enfermería y no llevé mi identificación. Si a alguien le interesa saberlo, no, no la dejaron salir.
Sinopsis
Hazel acaba de cumplir 16 años. Y tiene cáncer. A pesar de que un tratamiento ha conseguido reducir su tumor de forma casi milagrosa, es una enferma terminal. Los médicos no pueden decirle cuánto tiempo le queda; solo sabe que debe vivir pegada a un tanque de oxígeno y sometida a continuos tratamientos. Desde hace unas semanas, Hazel forma parte de un grupo de apoyo donde otros chicos como ella comparten sus experiencias. En realidad, ella acude más por obligación que por voluntad; ¿qué sentido tiene hablar con otras personas de lo que nadie puede cambiar? Pero su vida da un verdadero vuelco cuando conoce a Gus Waters... Os preguntaréis: ¿quién es Gus? ¿Y cómo puede cambiar una sola persona la historia de otra?
Opinión Personal
Hay libros que se leen muy rápido, que son ágiles y entretenidos, y que en un día ya pasan a la lista de leídos. Otros que toman bastante tiempo, que te encogen el corazón, te dan un dolor de cabeza o simplemente exasperan hasta un punto de querer tirarlo por la ventana. Para mí, Bajo la Misma Estrella –título que, a propósito, no me gusta en absoluto, y no sé cómo es que a nadie se le ocurrió uno más acorde al original– es un poco de ambos: lo empecé a una velocidad sorprendente, y de pronto empecé a ir cada vez más lento, leer menos páginas, y después a leer diez capítulos en tiempo récord. No por su dificultad, sino porque me tenía con un nudo en el pecho.
La forma en que está narrada es sencilla, pero carga con mucho significado. Hay infinidad de metáforas, símbolos, imágenes y filosofía para contentar a una persona que prefiere el contenido a la forma. Atesoro en mi corazón muchísimas frases, que simplemente llegan directo al corazón. Los personajes no son demasiados, pero están muy bien desarrollados y uno logra encariñarse fácilmente con ellos, empatizar con sus angustias y reírse de su extraño sentido del humor. Hazel me gustó muchísimo como protagonista, y me encantó su forma de pensar, aunque admito que su forma de actuar no siempre me pareció la más razonable. Augustus, por otro lado, es del tipo de personaje suficientemente peculiar como para entrar a mi lista de favoritos, y su historia con Hazel sencillamente me llegó al corazón, lo que, en mí, bueno, es difícil.

Es una historia fresca, dotada de mucho humor, pero también muy desgarradora y que deja muchas preguntas al aire, y nos hace cuestionarnos nuestro lugar en el mundo, la fugacidad de la vida y el vivir con dolor, tanto físico como psicológico. Lo recomiendo sin lugar a dudas.
Sobre el autor

3 comentarios:
Yo me lo leí y llore mucho :(
pero me encanta :D
Gracias por la reseña !!!
Lore y llore y llore con ese libro .. pero esta hermoso.. me encanto porque es realista en cuanto a las relaciones cotidianas <3
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