7 de abril de 2013

Las Cajas de Luz, de Shane Jones

Existe una infinidad de factores que me llevan a sentir deseos por leer un libro. El principal factor para escoger este, del que no había escuchado nunca, fue lo misterioso de su portada; siento cierta fascinación por las aves, y aún más con cualquier cosa remotamente parecida a un cuervo. Aún así, lo anoté en mi lista mental para otro momento.

Su momento llegó este año. Buscaba otro libro en una librería en que estaba segura lo encontraría, y me encontré con este por casualidad, después de un año o dos de que lo viera por primera vez en una librería. Era el último ejemplar que les quedaba, y después de dar unas cuantas vueltas, decidí llevármelo.

El formato es bastante curioso, y me recuerda un tanto a lo que me espera con House of Leaves, aunque en menor escala. Al igual que su portada, es una novela muy peculiar.



Sinopsis
Atento lector, atenta lectora:
Si vivieras en un pueblo donde Febrero, temido espíritu del frío y la oscuridad, se ha instalado durante más de novecientos días, donde la tristeza es infinita y desaparecen niños, ¿hasta dónde llegarías para derrocarlo?

Thaddeus, vecino del lugar, sufre la brutalidad de Febrero: su hija Bianca ha desaparecido, dejando en su cama un rastro de perfume a miel y humo. En breve, Thaddeus liderará la guerra contra Febrero, quien, junto a la muchacha que huele a miel y humo, ha cubierto el pueblo de nieve, de lamentaciones, de musgo y de capas de gris infinito.

Ya se sabe que en tiempos de guerra la fortuna ayuda a los audaces, por lo que Thaddeus despliega una serie de ingeniosas tretas contra Febrero: agujeros en el cielo para recuperar el sol, cajas de luz, pértigas gigantes que empujan a las nubes, incluso finge que es verano… Arduas tareas que -si finalmente decides seguirlas- puede que te lleven para siempre de las sombras a la luz.

Opinión Personal
A juzgar por la sinopsis, esperaba una fábula de corte un tanto infantil, muy simbólica, bella en todos los sentidos. No digo que esta historia no haya sido preciosa, porque lo es y me encantó; lo que quiero decir es que no es sencilla, y jugó con mi mente al punto que estoy casi segura de que TVTropes la clasificaría como un Mind Screw.

La historia nos sitúa en un pueblo donde Febrero, el mes más frío del año, se ha instalado por un período extremadamente largo, sumiento a sus habitantes en la más profunda tristeza. No es difícil imaginarse cómo se sentirán las personas en el pueblo, porque, pese a que me encanta el invierno, sé que un día nublado puede ser razón más que suficiente para perder las ganas de hacer cualquier cosa y desear pasar todo el día en la cama. Si a estos ánimos le sumamos las desapariciones de muchos niños, es posible comprender que todo el mundo se sienta en un agujero oscuro del que no se vislumbra salida alguna.

Hasta este punto la historia es, sin duda, muy curiosa, pero no lo suficientemente extraña como para confundirme. Entonces comienzan los aires de guerra contra Febrero, que no es simplemente un mes más en el calendario, sino que está encarnado por un hombre de carne y hueso, que se vale de miles de engaños para provocar el sufrimiento. Y también está el tema del vuelo: las aves, los globos
aerostáticos, las cometas; tema en el que no voy a profundizar por temor a arruinar la historia, pero que, aunque capto el mensaje, no deja de retorcer mi pobre cerebro.

Los personajes son igualmente curiosos. Thaddeus, movido por el dolor de ver desaparecida a su hija Bianca, termina convirtiéndose en el líder en una rebelión contra el tirano Febrero, y no es difícil conectar con él y con el resto de su familia. Candor Clemens, uno de los habitantes del pueblo, fue también uno de mis personajes favoritos; en general, me llevo una buena impresión de todos ellos, incluso de Febrero, cuyas motivaciones cada vez me confundían más hasta que llegué al punto en que todo cobra sentido y sentí tristeza por él.

Es una novela surrealista, sin duda alguna, y muy poética. No creo que vaya a gustarle a todo el mundo, porque es extraña, pero los mensajes sobre el amor, la buena voluntad, la determinación y la bondad están suficientemente claros para mí, aún con la confusión de por medio. Como dato curioso, la leí escuchando canciones de cajitas de música, y el efecto es sin duda alguna peculiar. Me pregunto si alguien más piensa que las cajas de música dan un poco de miedo.


Sobre el autor
Escritor americano, Shane Jones es conocido por su novela Las Cajas de luz, obra que comenzó a editarse en circuitos locales pero que consiguió un gran éxito tras la compra por parte de Penguin de sus derechos.

2 comentarios:

My journey to roidland dijo...

Lo he terminado de leer y me gustó. Realmente conforme iba leyendo mas y mas me iba ganando la sensación de querer descubrir el final. Es un poco alucinante este libro.

Anónimo dijo...

Este es uno de esos libros que no puedes dejar de leer aunque estes tarde para tu trabajo aunque sean altas horas de la noche es realmente cautivador, curioso y realmente bello!

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