30 de marzo de 2013

Los Juegos del Hambre, de Suzanne Collins

Puedo comenzar a leer un libro a ciegas, sin saber ni de qué se trata, pero para mí un buen título lo es todo, y este nunca me gustó mucho que digamos. Eso, además de que muchos decían que se parecía demasiado a Battle Royale, The Running Man, y ahora que lo terminé, tal vez hasta a The Most Dangerous Game, siempre me tiraba para atrás.

Sin embargo, buscando en internet me topé con casualidad con el primer capítulo y cuando llegué a la contraportada, me encontré con esta sorpresa:
No pude parar de leer, este libro es adictivo.
Stephen King.
Una recomendación de Stephen King, mi autor favorito. La última vez que vi una recomendación suya, ya había descartado el libro por completo desde antes y sencillamente la ignoré, pero esta vez tuve un buen presentimiento, y decidí hacerle caso. Conseguí una edición digital y, llegado un punto, sencillamente me amanecí terminándolo.

Sinopsis
Sin libertad y en la pobreza, nadie puede salir de los límites de su distrito. Sólo una chica de 16 años, Katniss Everdeen, osa desafiar las normas para conseguir comida. Sus prinicipios se pondrán a prueba con “Los juegos del hambre”, espectáculo televisado que el Capitolio organiza para humillar a la población. Cada año, dos representantes de cada distrito serán obligados a subsistir en un medio hostil y luchar a muerte entre ellos hasta que quede un solo superviviente. Cuando su hermana pequeña es elegida para participar, Katniss no duda en ocupar su lugar, decidida a demostrar con su actitud firme y decidida, que aún en las situaciones más desesperadas hay lugar para el amor y el respeto.

Opinión Personal
El mundo como lo conocemos ha dejado de existir. Las sucesivas guerras han azotado al planeta, y el país que alguna vez fue Estados Unidos desapareció. En su lugar surgió uno nuevo, llamado Panem, el cual se divide en 12 distritos y es controlado por el Capitolio, que gobierna el país con mano de hierro, sumiendo a las personas en la miseria, privados de su libertad y las necesidades básicas para subsistir.

Cada distrito se encarga de alguna actividad, y el Distrito 12 está encargado de la extracción de carbón; al margen de lo que conocemos a través de la autora, no es difícil imaginar la calidad de vida si consideramos lo que implica vivir de la minería. Es en este lugar donde vive Katniss, quien debe arriesgarse a ir contra la ley y abandonar los límites del distrito cada día, internándose en el bosque y cazando furtivamente junto a su amigo Gale, para llevar algo de alimento a su madre y su hermana pequeña, Prim.

Cuando comienza la historia, estamos en época de cosecha: dos jóvenes de cada distrito, un hombre y una mujer, serán escogidos como tributos para participar en Los Juegos del Hambre, un espectáculo televisado bastante similar a un reality, con la diferencia que el objetivo es competir a muerte y que sólo uno de los participantes salga con vida. Me gustó mucho el trasfondo de esta competencia sanguinaria, una forma de control por parte del Capitolio y una constante humillación. Los tributos del Distrito 12 son Peeta Mellark, el hijo del panadero y con quien Katniss tuvo un episodio significativo en su infancia, pero que aparte de eso su relación es nula; y Prim Everdeen, su hermana de apenas doce años. Es esto lo que da pie a uno de los sucesos que más me gustaron dentro de la novela, y es que Katniss está dispuesta a morir con tal de proteger a su hermana, y sin pensarlo dos veces se ofrece como voluntaria y toma su lugar los juegos.

Me ha gustado mucho el contraste del Capitolio con el Distrito 12, y con los demás distritos en general; desde la comida hasta la forma de vestir, es notorio dónde está el dinero del país y quiénes son los que aprovechan la riqueza. Luego, cuando se da inicio a Los Juegos del Hambre y sueltan a los veinticuatro tributos en el estadio, comienza la verdadera acción y es una sorpresa tras otra, sin descanso. Se promete un baño de sangre de proporciones, y la verdad es que es crudo al nivel de provocarme asco en bastantes ocasiones. Katniss es una joven con agallas, y aunque desde el principio tenía asumido que no ganaría, no tiene intenciones de irse sin dar la batalla: su astucia y sus habilidades como cazadora son impresionantes. Peeta, por otro lado, me ha parecido bastante más pasivo, pero es un personaje con el que es fácil encariñarse y que aporta una cuota de humor a la historia.

La forma de narrar de la autora no es de mis predilectas, pero no se hace en absoluto pesada. La historia avanza rápido, y cuando parece que las cosas pueden ponerse un poco lentas, un giro en la trama agiliza todo e impide soltar el libro. En un momento empecé realmente a introducirme en la historia, y sin darme cuenta pasaron las horas y yo seguía leyendo, y no me detuve hasta que llegué al final.

Los personajes están muy bien desarrollados, y la mayoría de ellos me agradaron, incluso los que parecían más insufribles. Tuve mis momentos sentimentales con varios de ellos, porque en un libro que trata sobre una matanza, bueno, es un poco difícil no hacerlo. Toda la historia de Rue me partió el corazón, y no lloré porque había demasiada gente a mi alrededor y me molesta mucho que me pregunten qué me pasa. Dentro de todo estaba preparada para lo que sucedería al final, más que nada por los posters de la película de En Llamas, su segunda parte, y alguno que otro dato del que me enteré mucho antes de hacer a un lado mis prejuicios y animarme a leer esta trilogía, porque de todas maneras siempre me ha importado más el cómo llegaron a determinado suceso que el suceso en sí. Aún así, me sorprendió y me dejó con unas ganas tremendas de seguir enseguida con las siguientes novelas.

En conclusión, el haberme dejado llevar por el juicio de Stephen King me dio la oportunidad de encontrar un libro que es una verdadera montaña rusa de emociones, y que, sin ser perfecto, pues tiene algunos detalles que me incomodaron, se ha ganado un puesto entre mis favoritos y que después de un pequeño respiro, estoy deseosa de seguir con sus continuaciones.

Sobre la autora
Suzanne Collins nació en 1964 en los Estados Unidos, América, es escritora y guionista. Vive en Connecticut con su familia y sus gatos. Es conocida a nivel internacional por sus novelas sobre Los juegos del Hambre (2008-2010), que han conseguido un gran éxito de ventas, pasando del millón y medio de ejemplares vendidos.

1 comentarios:

konichiwa dijo...

A mi me gustó mucho los juegos del hambre, es super entretenido! a ver que te parecen los dos siguientes, aunque este primero es mi favorito! Que chula la foto de los libros, por cierto!

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