30 de marzo de 2013

Los Juegos del Hambre, de Suzanne Collins

Puedo comenzar a leer un libro a ciegas, sin saber ni de qué se trata, pero para mí un buen título lo es todo, y este nunca me gustó mucho que digamos. Eso, además de que muchos decían que se parecía demasiado a Battle Royale, The Running Man, y ahora que lo terminé, tal vez hasta a The Most Dangerous Game, siempre me tiraba para atrás.

Sin embargo, buscando en internet me topé con casualidad con el primer capítulo y cuando llegué a la contraportada, me encontré con esta sorpresa:
No pude parar de leer, este libro es adictivo.
Stephen King.
Una recomendación de Stephen King, mi autor favorito. La última vez que vi una recomendación suya, ya había descartado el libro por completo desde antes y sencillamente la ignoré, pero esta vez tuve un buen presentimiento, y decidí hacerle caso. Conseguí una edición digital y, llegado un punto, sencillamente me amanecí terminándolo.

Sinopsis
Sin libertad y en la pobreza, nadie puede salir de los límites de su distrito. Sólo una chica de 16 años, Katniss Everdeen, osa desafiar las normas para conseguir comida. Sus prinicipios se pondrán a prueba con “Los juegos del hambre”, espectáculo televisado que el Capitolio organiza para humillar a la población. Cada año, dos representantes de cada distrito serán obligados a subsistir en un medio hostil y luchar a muerte entre ellos hasta que quede un solo superviviente. Cuando su hermana pequeña es elegida para participar, Katniss no duda en ocupar su lugar, decidida a demostrar con su actitud firme y decidida, que aún en las situaciones más desesperadas hay lugar para el amor y el respeto.

Opinión Personal
El mundo como lo conocemos ha dejado de existir. Las sucesivas guerras han azotado al planeta, y el país que alguna vez fue Estados Unidos desapareció. En su lugar surgió uno nuevo, llamado Panem, el cual se divide en 12 distritos y es controlado por el Capitolio, que gobierna el país con mano de hierro, sumiendo a las personas en la miseria, privados de su libertad y las necesidades básicas para subsistir.

Cada distrito se encarga de alguna actividad, y el Distrito 12 está encargado de la extracción de carbón; al margen de lo que conocemos a través de la autora, no es difícil imaginar la calidad de vida si consideramos lo que implica vivir de la minería. Es en este lugar donde vive Katniss, quien debe arriesgarse a ir contra la ley y abandonar los límites del distrito cada día, internándose en el bosque y cazando furtivamente junto a su amigo Gale, para llevar algo de alimento a su madre y su hermana pequeña, Prim.

Cuando comienza la historia, estamos en época de cosecha: dos jóvenes de cada distrito, un hombre y una mujer, serán escogidos como tributos para participar en Los Juegos del Hambre, un espectáculo televisado bastante similar a un reality, con la diferencia que el objetivo es competir a muerte y que sólo uno de los participantes salga con vida. Me gustó mucho el trasfondo de esta competencia sanguinaria, una forma de control por parte del Capitolio y una constante humillación. Los tributos del Distrito 12 son Peeta Mellark, el hijo del panadero y con quien Katniss tuvo un episodio significativo en su infancia, pero que aparte de eso su relación es nula; y Prim Everdeen, su hermana de apenas doce años. Es esto lo que da pie a uno de los sucesos que más me gustaron dentro de la novela, y es que Katniss está dispuesta a morir con tal de proteger a su hermana, y sin pensarlo dos veces se ofrece como voluntaria y toma su lugar los juegos.

Me ha gustado mucho el contraste del Capitolio con el Distrito 12, y con los demás distritos en general; desde la comida hasta la forma de vestir, es notorio dónde está el dinero del país y quiénes son los que aprovechan la riqueza. Luego, cuando se da inicio a Los Juegos del Hambre y sueltan a los veinticuatro tributos en el estadio, comienza la verdadera acción y es una sorpresa tras otra, sin descanso. Se promete un baño de sangre de proporciones, y la verdad es que es crudo al nivel de provocarme asco en bastantes ocasiones. Katniss es una joven con agallas, y aunque desde el principio tenía asumido que no ganaría, no tiene intenciones de irse sin dar la batalla: su astucia y sus habilidades como cazadora son impresionantes. Peeta, por otro lado, me ha parecido bastante más pasivo, pero es un personaje con el que es fácil encariñarse y que aporta una cuota de humor a la historia.

La forma de narrar de la autora no es de mis predilectas, pero no se hace en absoluto pesada. La historia avanza rápido, y cuando parece que las cosas pueden ponerse un poco lentas, un giro en la trama agiliza todo e impide soltar el libro. En un momento empecé realmente a introducirme en la historia, y sin darme cuenta pasaron las horas y yo seguía leyendo, y no me detuve hasta que llegué al final.

Los personajes están muy bien desarrollados, y la mayoría de ellos me agradaron, incluso los que parecían más insufribles. Tuve mis momentos sentimentales con varios de ellos, porque en un libro que trata sobre una matanza, bueno, es un poco difícil no hacerlo. Toda la historia de Rue me partió el corazón, y no lloré porque había demasiada gente a mi alrededor y me molesta mucho que me pregunten qué me pasa. Dentro de todo estaba preparada para lo que sucedería al final, más que nada por los posters de la película de En Llamas, su segunda parte, y alguno que otro dato del que me enteré mucho antes de hacer a un lado mis prejuicios y animarme a leer esta trilogía, porque de todas maneras siempre me ha importado más el cómo llegaron a determinado suceso que el suceso en sí. Aún así, me sorprendió y me dejó con unas ganas tremendas de seguir enseguida con las siguientes novelas.

En conclusión, el haberme dejado llevar por el juicio de Stephen King me dio la oportunidad de encontrar un libro que es una verdadera montaña rusa de emociones, y que, sin ser perfecto, pues tiene algunos detalles que me incomodaron, se ha ganado un puesto entre mis favoritos y que después de un pequeño respiro, estoy deseosa de seguir con sus continuaciones.

Sobre la autora
Suzanne Collins nació en 1964 en los Estados Unidos, América, es escritora y guionista. Vive en Connecticut con su familia y sus gatos. Es conocida a nivel internacional por sus novelas sobre Los juegos del Hambre (2008-2010), que han conseguido un gran éxito de ventas, pasando del millón y medio de ejemplares vendidos.
26 de marzo de 2013

Top Ten Tuesday #3


Top Ten de libros que más recomiendo

Cuando uno siente cierta fascinación por un libro, suele estar ese afán de hacer que todo el mundo lo lea, y asi poder conversar con ellos después acerca de la lectura. En genenal no hago muchas recomendaciones, tal vez más que nada porque yo misma rara vez las tomo. De todas maneras, hay libros de los que nunca paro de hablar, y siempre que puedo animo a cualquiera a leerlos.
  1. True Grit, de Charles Portis. Un western, pero muy entretenida y que al final me rompió el corazón. Es una de las llamadas Grandes Novelas Americanas, y aún así es poco conocida; siempre ando hablando de ella.
  2. Ubik, de Philip K. Dick. Siempre que puedo recomiendo algo de este autor, el cual es prácticamente un desconocido. Su mente retorcida me fascina, y ésta es una de sus mejores novelas.
  3. La Abadía de Northanger, de Jane Austen. Lo leí precisamente porque era de los libros menos queridos de la autora, por decirlo de alguna manera. Es una lectura con todo el estilo característico de Austen, además de muy divertida. 
  4. La Invención de Hugo Cabret, de Brian Selznick. Si hay algún libro ideal para los que no les gusta leer, es éste: la forma en que combina las numerosas ilustraciones y fotografías como recurso en la historia además del texto lo convierte en una lectura ágil y novedosa.
  5. Alicía en el País de las Maravillas y Alicia a través del Espejo, de Lewis Carroll. Ambos imperdibles, y recomendables para personas de todas las edades. Son una lectura muy curiosa, entretenida, y cargada de símbolos, parodia y sátira. 
  6. Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino. Novela muy corta, pero bastante compleja de seguir. Me dejó pensando durante mucho tiempo, y realmente merece mucho la pena. 
  7. Estudio en Escarlata, de Sir Arthur Conan Doyle. En general recomiendo todos los libros e historias en que aparece Sherlock Holmes, pero de todas maneras es mejor empezar por el primer libro, como corresponde.
  8. Narraciones Extraordinarias, de Edgar Allan Poe. Después de leer El Corazón Delator en un libro del colegio, sencillamente me enamoré del autor. Es simplemente perfecto, no tengo nada más que decir.
  9. No es país para viejos, de Cormac McCarthy. Si hay una novela brutal y a la que no le sobra absolutamente nada, al contrario de otras tantas, es ésta. Cruel como la vida misma.
  10. La Historia de Lisey, de Stephen King. Recomendación especial para todos los que creen que King sólo escribe terror. Fue la primera novela suya que leí y la que me hizo admirarlo profundamente.
  11. La Metamorfosis, de Franz Kafka. Este es un bonus, pero es que no podía dejarla afuera. Es un clásico, y me llegó tanto cuando la leí por primera vez, que se instaló inmediatamente entre mis favoritos.

24 de marzo de 2013

Bajo la Misma Estrella, de John Green

Muchos de mis libros favoritos son desconocidos en una gran parte del universo. Desconfío bastante de los libros populares, porque en general los recomiendan personas con gustos literarios en absoluto similares a los míos. En momentos así, prefiero tomarme un tiempo para que bajen los humos, los fanatismos extremos, y leer tranquilamente, sin sentir que lo hago como por una especie de presión.

Sin embargo, mentiría si dijera que es lo único que me detuvo. Por supuesto que el tema del cáncer es delicado, pero en mis circunstancias, y las de mi familia en general, es un tema aún más difícil de tratar. Y pensar que estaría recordando momentos doloros todo el tiempo me detuvo por mucho tiempo de acercarme a este libro, independiente de que me saturara, independiente de su autor y eso de los nerdfighters que, sinceramente, me tiene harta.

Lo empecé a leer en el celular cuando las comprensivas recepcionistas del colegio de mi hermana y antiguo último colegio mío me tuvieron casi una hora sentada esperando un día que tenía que retirarla con urgencia porque estaba en enfermería y no llevé mi identificación. Si a alguien le interesa saberlo, no, no la dejaron salir.

Sinopsis
Hazel acaba de cumplir 16 años. Y tiene cáncer. A pesar de que un tratamiento ha conseguido reducir su tumor de forma casi milagrosa, es una enferma terminal. Los médicos no pueden decirle cuánto tiempo le queda; solo sabe que debe vivir pegada a un tanque de oxígeno y sometida a continuos tratamientos. Desde hace unas semanas, Hazel forma parte de un grupo de apoyo donde otros chicos como ella comparten sus experiencias. En realidad, ella acude más por obligación que por voluntad; ¿qué sentido tiene hablar con otras personas de lo que nadie puede cambiar? Pero su vida da un verdadero vuelco cuando conoce a Gus Waters... Os preguntaréis: ¿quién es Gus? ¿Y cómo puede cambiar una sola persona la historia de otra?

Opinión Personal
Hay libros que se leen muy rápido, que son ágiles y entretenidos, y que en un día ya pasan a la lista de leídos. Otros que toman bastante tiempo, que te encogen el corazón, te dan un dolor de cabeza o simplemente exasperan hasta un punto de querer tirarlo por la ventana. Para mí, Bajo la Misma Estrella –título que, a propósito, no me gusta en absoluto, y no sé cómo es que a nadie se le ocurrió uno más acorde al original– es un poco de ambos: lo empecé a una velocidad sorprendente, y de pronto empecé a ir cada vez más lento, leer menos páginas, y después a leer diez capítulos en tiempo récord. No por su dificultad, sino porque me tenía con un nudo en el pecho.

La forma en que está narrada es sencilla, pero carga con mucho significado. Hay infinidad de metáforas, símbolos, imágenes y filosofía para contentar a una persona que prefiere el contenido a la forma. Atesoro en mi corazón muchísimas frases, que simplemente llegan directo al corazón. Los personajes no son demasiados, pero están muy bien desarrollados y uno logra encariñarse fácilmente con ellos, empatizar con sus angustias y reírse de su extraño sentido del humor. Hazel me gustó muchísimo como protagonista, y me encantó su forma de pensar, aunque admito que su forma de actuar no siempre me pareció la más razonable. Augustus, por otro lado, es del tipo de personaje suficientemente peculiar como para entrar a mi lista de favoritos, y su historia con Hazel sencillamente me llegó al corazón, lo que, en mí, bueno, es difícil.

El tema del cáncer está muy apegado a la realidad. Sé de primera mano, y juro desearía todo lo contrario con todas mis fuerzas, cómo es ver a un ser amado consumirse productor del cáncer. Cómo es ver que una persona que siempre se vio sana, estuvo enferma desde hace mucho y en menos de dos meses su salud empeora hasta el punto de ser internado de urgencias en un hospital. Sé que los enfermos de cáncer no viven hasta el último minuto rebosantes de buen humor, luchando una gran batalla como verdaderos mártires, y llega un momento en que realmente no dan más. Lo viví, y los últimos diez capítulos de esta novela fue regresar a principios del año pasado, recordar la enfermedad de mi tío abuelo, a quien veía más que a mi propio padre, el breve tiempo en que estuvimos juntos, cómo me dijo que yo era como una nieta para él aún sin serlo realmente, y su repentina muerte. Y es eso lo que hace tan especial a esta novela, al menos para mí, porque independiente de la historia de los personajes y la tristeza que provoca, es una verdadera catarsis; sinceramente, lloré muchísimo leyéndola. Es a través de este fluir de sentimientos donde está su punto fuerte, y lo que la convierte en un punto brillante en un mar de manchitas opacas; y al terminar, es sentir una ligereza en el pecho después de sufrir, y alcanzar una especie de paz. Supongo que mucho influye el hecho de que mi tío abuelo haya tenido cáncer, y de que yo siga llorando cada vez que lo recuerdo, y que este dolor sea el que me haya hecho conectar con la historia y tener esta experiencia catártica.

Es una historia fresca, dotada de mucho humor, pero también muy desgarradora y que deja muchas preguntas al aire, y nos hace cuestionarnos nuestro lugar en el mundo, la fugacidad de la vida y el vivir con dolor, tanto físico como psicológico. Lo recomiendo sin lugar a dudas.

Sobre el autor
John Green nació en Indianapolis en 1977. Se graduó en Lengua y Literatura Inglesa y en Estudios Religiosos en el Kenyon College. Tras empezar carrera en el mundo editorial como crítico y editor, publicó su primera novela Looking for Alaska en 2005, que le valió una medalla Printz y lo situó en el top diez de mejores novelas juveniles. Sus siguientes trabajos, An abundance of Katherines (2006) y Paper towns (2008), le han convertido en uno de los autores más reconocidos del género novela juvenil y crossover. Ha sido galardonado con el premio de honor Printz, el Premio Edgar, y dos veces finalista del Premio Libro del LA Times.

22 de marzo de 2013

Weird Things Customers Say in Bookshops, de Jen Campbell

Curioseando en las lecturas de algunos blogs, me encontré con este libro. No tenía idea de su existencia, pero la portada se me hizo tan graciosa que inmediatamente me puse a buscarlo. Me senté en un lugar silencioso de mi casa, lo cual es difícil de encontrar en un fin de semana, y me dispuse a leer.

Lo terminé el mismo día, y la verdad es que no estaba muy segura si hablar o no de él. El libro es muy particular y muy gracioso, pero también muy breve y se lee en un suspiro. Pero ya que lo disfruté tanto, y hasta mi hermana, cuando le leí algunas partes, se rió a más no poder conmigo, voy a tratar de alegrarles un poco el día con un libro que promete muchas risas.

Sinopsis
From 'Did Beatrix Potter ever write a book about dinosaurs?' to the hunt for a paperback which could forecast the next year's weather; and from 'I've forgotten my glasses, please read me the first chapter' to 'Excuse me... is this book edible?' This book includes top 'Weird Things' from bookshops around the world.

Opinión Personal
Siempre que voy a las librerías directo a comprar, y no sólo a revisar qué libros me gustaría llevarme en un futuro, prefiero revisar las estanterías sola. Aprendí a leer los códigos de ubicación que aparecen en las maquinitas de auto consulta de precios, y tengo que estar muy desesperada para pedir ayuda. Mis razones son varias: me gusta ser autosuficiente, me gusta ver con calma, y me da terror equivocarme y tener a alguien buscando algo que no existe por horas. Una vez me pasó que después de no encontrar lo que buscaba y que ya tenía el tiempo en mi contra, no tuve más remedio que preguntar; al final le di mal la editorial y el pobre chiquillo estuvo buscando una media hora un libro que no se había editado, y al final volvío con el que en verdad era, para preguntarme, por casualidad, sino era ése. Pero ésta soy yo, que prefiere pasar desapercibida, buscar tranquila y acercarse a pagar sin llamar la atención; pero hay otras personas que llegan y preguntan, se quedan conversando, llevan la contraria o hacen cosas insólitas. Anécdotas con ese tipo de personas encontré muchísimas en este libro. 

El libro es exactamente lo que dice en la lata, cosas extrañas que clientes dicen en las librerías. Principalmente, estas anécdotas provienen de librerías independientes, y algunas de cadenas de librerías. Me he reído muchísimo, porque en verdad es difícil creer que haya gente tan extraña en este mundo, pero al mismo tiempo me parece totalmente posible. Al margen de las risas, creo que es una manera humorística de dejar por escrito la falta de cultura, de tolerancia y de respeto, la ignorancia, la patudez, y la gente que sólo compra libros para parecer intelectual. Desde una mujer haciendo que se desentendía completamente cuando su hijo rompió un libro, negándose a pagar, hasta un tipo que fue a comprar un libro de un tamaño específico, independiente del contenido, sólo para rellenar un hueco en su estantería. Da un poco de vergüenza ajena, pero los tragos amargos hay que pasarlos con buen humor. 

Alguna vez me gustaría tener una librería propia. Me pregunto si de este lado del mundo las personas preguntarán cosas igualmente extrañas. 

Sobre la autora
Escritora y librera, viviendo en Londres. Su primer libro es Weird Things Customers Say in Bookshops, y en abril de 2013 será publicada una secuela, More Weird Things Customers Say in Bookshops. Es además poeta y escritora de historias cortas.
19 de marzo de 2013

Top Ten Tuesday #2


Después de que me quedara gustando la sección, aquí estoy una vez más revolviendo mis libros en sus estanterías o las listas que tengo repartida entre un cuaderno y un archivo de Word en mi computador. Así que, sin más preámbulos, el tema de este martes es:


Top Ten de libros que tuve que comprar...y aún no he leído


Es un tanto difícil quedarse con sólo diez libros, porque hay muchos que he comprado como que me fuera la vida en ello, y aún están ahí, mirándome con reproche. En mi defensa, la verdad es que leo mis libros según un orden muy particular, y no de acuerdo a la fecha en que llega a mis manos. 

  1. La Caída de los Gigantes, de Ken Follett. Cuando recibí el primer capítulo de la segunda parte de la trilogía The Century, tuve inmediatamente ganas de leerla. Y como éste es el primero, contaba los días para tenerlo en mis manos. Ahora lo tengo aparte, y tal vez lo lea pronto, aunque admito que lo grueso que es me asusta un poco.
  2. Las Crónicas de Narnia, de C. S. Lewis, libros 1, 4, 5, 6 y 7. Leí el primero, que después de mucho supe que pese a ser el primero en publicarse es el segundo, cuando tenía catorce años. Después de ver la última película que ha salido, de pronto quise completar mi colección de una vez. Y así terminé recorriendo librerías hasta cansarme, porque más encima quería una edición específica, la única que había visto hasta ese momento que no españoliza los nombres. Aún me falta conseguir el tercero, y ahí espero leer, por fin, esta saga de un tirón.
  3. Orgullo y Prejuicio, de Jane Austen. Lo compré por internet, y cuando tenían que contactarme para ir a buscarlo a las oficinas de la empresa encargada, cambiaron sus oficinas a un barrio industrial en el que no había estado nunca y que quedaba bastante lejos. Me ofrecieron enviármelo a mi casa, pero como lo quería ya busqué su nueva dirección y patudamente fui a reclamar que me entregaran mi libro. Aún no lo he leído, pero no tardaré en hacerlo.
  4. Cumbres Borrascosas, de Emily Brontë. Este libro he querido leerlo desde niña, gracias a una agenda; sí, es un lugar un poco extraño para descubrir un libro, pero así fue. El año pasado lo busqué en todas las librerías que pude, y lo mismo que con Narnia, no quería nombres españolizados. Hasta que un día acompañé a mi madre a hacer unos trámites, y veo un local de libros usados y de segunda mano en una galería. No buscaba éste en específico, pero al haberlo encontrado tan barato y con los nombres como corresponde, me obligó a comprarlo de inmediato.
  5. ¿Quién mató a Cristián Kustermann?, de Roberto Ampuero. Tenía muchas ganas de leer a un autor chileno, y más una novela de corte policial. Lo vi en una de mis librerías favoritas, y después de darle unas vueltas, no pude resistir y lo compré. Creo que estará en mis siguientes lecturas.
  6. 22/11/1963, de Stephen King. Este autor es mi favorito del mundo, y en general todo lo que escribe es una maravilla para mí. Este me llamó mucho la atención porque se acerca un poco más al género de ciencia ficción y envuelve historia alternativa y viajes en el tiempo. Quería tenerlo pronto, y por ser mi cumpleaños mi madre me dio en el gusto. Me asusta un tanto porque es bastante grueso.
  7. House of Leaves, de Mark Z. Danielewski. Conocí este libro gracias a unos juegos online de los que hablaré en otro momento. Pasó un tiempo en que me cuestioné el comprarlo o no, y de pronto me entró literalmente una desesperación por tenerlo de una vez por todas. De todos los libros que tengo, lejos éste es el que más me asusta.
  8. Rayuela, de Julio Cortázar. Una profesora habló maravillas de él una vez, en mi último año de colegio, y quedé con las ganas de leerlo. Me olvidé durante un tiempo, y cuando lo vi en la Feria del Libro del año pasado, mi padre me lo regaló.
  9. Maze Runner: Correr o Morir, de James Dashner. Esta trilogía es conocida por casi todos, y yo me interesé en ella gracias al mismo juego online. No lo he leído simplemente porque no sé si sería mejor leer el primero y comprar el resto, o tenerlos todos juntos y leerlos de un tirón.
  10. El Libro sin Nombre, Anónimo. Lo vi por casualidad, y creo que con sólo ver el título y quién lo escribió es suficiente para despertar mi curiosidad. Este, de hecho, lo empecé a leer, pero no lo he terminado. Espero hacerlo pronto.


14 de marzo de 2013

Premio Liebster

Lejos, lo que menos me esperé cuando cree este blog fue recibir un premio. Hace ya un tiempo recibí uno de parte de Jane, del blog Qué leería Jane Austen, y que me sorprendió muchísimo. Ella y Lidix, del blog La Buhardilla de la Señorita March, han logrado sorprenderme una vez más y otorgarme el premio. Un abrazo enorme desde el fin del mundo, y mil gracias por acordarse de mí.

El premio consiste en responder a 11 preguntas que quien te ha nominado propone, nominar 11 blogs con menos de 200 seguidores y proponer 11 preguntas más para que ellos puedan contestarlas. Me parece una excelente manera de dar a conocer blogs más pequeños, como el mío, aunque lo de nominar gente me complica un poco la existencia. 

Las preguntas de Jane son: 

  1. El viaje soñado. En otros tiempos lo primero que se me habría ocurrido hubiese sido algún país europeo, y la verdad es que siguen estando en mi lista de viajes soñados, no obstante hay un viaje en específico que me atrae mucho más y es mucho más sencillo de conseguir a corto plazo. Me encantaría ir al norte de Chile, al desierto y a los observatorios astronómicos, porque siempre he sido una enamorada del cielo. 
  2. Un libro que te hubiera gustado escribir. Se me ocurren muchos, pero supongo que me quedo con Ubik, de Philip K. Dick. Ni en un millón de años se me hubiese ocurrido algo remotamente parecido. 
  3. Personaje de ficción del que te hayas enamorado. Es una pregunta complicada, porque desde cierto punto en mi vida comencé a admirar personajes y soñar ser como ellos en lugar de enamorarme. Aunque admito que es difícil no enamorarse de Scott Landon, de La Historia de Lisey y de Joe Chip, de Ubik; al menos en lo referente a libros. En términos de cine y televisión me pasa algo parecido con el tema de la admiración, pero uno del que sí me enamoré perdidamente fue de John Jasper, en la miniserie basada en la obra de Dickens The Mystery of Edwin Drood. Sí, me gustan los locos.
  4. Estación favorita. Me gustan todas las estaciones, pero mi favorita sin lugar a dudas es el invierno. El clima frío me encanta.
  5. Mejor momento del día para leer. Me gusta leer al atardecer, cuando el cielo está teñido de colores cálidos y mi pieza cobra un poco más de vida, y en la noche, tranquila en mi cama y en silencio.
  6. Serie que te engancha y no te suelta. No soy mucho de series, la verdad, sin embargo, la que me tiene pegada totalmente es Elementary, de la CBS. Es simplemente espectacular, y no me pierdo ningún capítulo.
  7. Actor o actriz inolvidable. No sé si se supone que nombre a uno de los clásicos, pero como poco a poco voy viendo películas más antiguas, me quedaré con algunos de los que me gustan, independiente la edad y la época. Me encanta Christoph Waltz, y lo más gracioso de todo es que mi diabetólogo se parece escandalosamente a él; Jeff Bridges, que tiene un algo que me encanta y que es sencillamente impresionante; Harrison Ford, que me gusta desde que era niña; y finalmente Clint Eastwood, que no necesita explicación alguna. De las actrices muy pocas me gustan, pero sin duda mi favorita es Mélanie Laurent. Sencillamente la adoro.
  8. ¿Eres deportista? Soy una estupenda caminante. Ahora hablando en serio, dejando de lado el caminar, mi único ejercicio es subirme a una elíptica religiosamente todos los días.
  9. Si pudieras elegir, qué trabajo te gustaría hacer. Algún día me gustaría tener una librería con libros usados y de segunda mano, algo pequeño pero acogedor. 
  10. Juguete favorito de la infancia. Hay muchos juguetes que recuerdo con cariño, como la muñeca de las antiguas que mi abuela paterna me regaló cuando era pequeña y que lamentablemente se perdió en el espacio tiempo, o mis ositos cariñositos. Pero me quedaré con mi pingüino de peluche, que después de estar muchísimo tiempo guardado en el departamento de mi padre, al fin estamos juntos de nuevo, y me sigue encantando.
  11. Qué te ha aportado tener un blog. Creo que más que nada me ha ayudado a conocer libros, películas y series nuevas, y creo que lo mejor, a conocer a gente apasionada de la lectura como yo. 

Las preguntas de Lidix son:

  1. ¿Eres lector de Harry Potter? Por supuesto que sí, desde siempre. He visto todas las películas, aunque aún me falta terminar de leer las novelas; estoy anotada en un reto para leerlas, así que no tardaré en hacerlo.
  2. ¿Cuál es tu hechizo favorito? Creo que Expelliarmus, sobre todo con el efecto de tirar lejos al oponente, que será muy sencillo pero es que me encantaría poder tirar a más de una persona. 
  3. ¿Qué novela consideras que descubrió tu amor por la lectura? Es un poco complejo porque he sido una lectora compulsiva desde que tengo memoria, pero creo que fue Cinco pepitas de naranja, de Sir Arthur Conan Doyle.
  4. ¿Con qué personaje literario más te identificas? En un principio no se me ocurría ninguno, pero entonces revisé mi cuaderno de libros leídos y recordé cuando leí El Túnel, de Ernesto Sabato. Incluso ahora, me siento muy identificada con Juan Pablo Castel, por muchas cosas que no voy a molestarme en enumerar en este momento.
  5. Si tuvieras un superpoder, ¿cuál sería? y ¿cómo lo usarías? Lo he estado pensando mucho, porque la verdad, hay tantos poderes que me encantarían. Pero me quedo con la habilidad de Pat Conley en Ubik, y la usaría sencillamente para hacer todo lo que quisiera. No puedo decir mucho más sin arruinar el libro.
  6. ¿Qué autor me recomiendas? Podría estar eternamente nombrando autores, pero me quedaré con dos: Charles Portis y Philip K. Dick. El primero porque me cautivó con True Grit, ha escrito un poco de todo y está muy infravalorado, al punto de que casi nadie lo conoce. El segundo, porque era sencillamente un genio y no habrá nadie más en este mundo con una mente como la suya, y además, igualmente está muy infravalorado.
  7. Una serie de TV que haya marcado tu vida (o por lo menos que no puedes pasar sin ver). En términos de que no puedo dejar de verla, Elementary sin duda alguna. Que haya marcado mi vida, la verdad sólo se me ocurren los animés viejos que daban doblados en la televisión, y de ahí sin duda alguna diría que Slam Dunk. Aún lo dan por ahí, y cuando lo veo me sigo riendo muchísimo.
  8. ¿Te gustan los cómics? Dime uno que hayas leído que te haya gustado mucho y por qué. Me quedo con Watchmen, de Alan Moore, que aún no termino pero que sin duda alguna merece la pena. En pocas palabras, es una visión realista del culto al superhéroe, que los baja del pedestal en que siempre han estado y los convierte en seres comunes y corrientes e incluso hasta más viciados. 
  9. Si no te dedicaras a lo que te dedicas ahora, ¿qué harías? Actualmente no me dedico a nada, no hago absolutamente nada. Pero me gustaría trabajar pronto, y volver a estudiar el próximo año, más preparada socialmente y decidida.
  10. ¿Qué harías en las últimas 24 horas antes del final del mundo? Se me ocurren muchísimas cosas locas que hacer, como asaltar una librería, golpear a toda la gente que me ha tratado mal, hacer algo ridículo frente a mucha gente, proponerle matrimonio a un extraño con un anillo de dulce en una librería o en el metro, o algo así. Sin embargo, creo que en realidad estaría en mi casa con mi familia, esperando el fin tranquila.
  11. ¿Stark, Lannister, Targaryen o Baratheon? Me abstengo de responder porque aún no conozco a ninguno. Estoy esperando a que este señor termine la saga antes de comenzar, porque no quisiera hacerlo ahora, que él tuviera un Author Existence Failure y me quedara a medio camino.
Ahora, la parte que me complica, los nominados. Buscando entre los blogs que sigo, encontré varios, que son: 


Y las preguntas que les dejo son: 

  1. Un libro al que le tengas mucho cariño. 
  2. ¿Cuál es tu lugar favorito para leer? 
  3. Un libro que todo el mundo parece adorar menos tú. 
  4. ¿Qué personaje literario consideras inspirador? 
  5. ¿Qué autor me recomiendas? 
  6. Una película que consideres imperdible.
  7. La película más extraña que has visto.
  8. ¿Qué canción estás escuchando ahora? 
  9. ¿Tienes alguna manía?
  10. Si pudieses viajar en el tiempo, ¿a qué época irías?
  11. Si soñaras que eres una mariposa, al despertar, ¿eres el tú que sueña que es una mariposa, o la mariposa que sueña que es tú?

Me divertí mucho contestando las preguntas, y nuevamente agradezco muchísimo que me nominaran. No sé si alguien conteste las preguntas que propuse, pero a quien quiera hacerlo en los comentarios, es libre de hacerlo. 
13 de marzo de 2013

IMM #2

Las puertas del estrecho ropero donde antes tenía ropa, y que ahora traspasé el ropero más grande para llenar de libros, son lisas. Así que he estado pegándole Post-it prácticamente desde que tuve mi habitación propia, y muchos de esos papelitos de colores, dejando de lado las frases extrañas que me gusta escribir, tienen listas de libros que leer, de películas que quisiera ver, y de los libros que pondré en mis IMM.

Sinceramente, más que planificación me parece manía, porque tengo unos cuantos libros más ahora que podría haber incluido en esta entrega, pero que los dejaré para más tarde, simplemente porque mi Post-it tenía escritos estos, y ningún otro. Son compras y regalos desde el último IMM hasta enero de este año, más o menos.



A diferencia del último IMM, esta vez voy a darme el tiempo de explicar un poco mejor sobre cada libro, porque varios tienen gran valor sentimental para mí. 

La Caída de los gigantes, de Ken Follett. Después de mi paso por la Feria del Libro del año pasado, y de recibir el primer capítulo de su segunda parte, El Invierno del Mundo, me quedé con ganas de probar la pluma del autor. Fue regalo de Navidad de parte de mi padre, que me lo regaló con la hermosa cajita que sale en la primera foto. Admito que me asusta un poco, porque tiene un poquito más de 1000 páginas, y además pesa una tonelada, pero tengo fe en que me gustará mucho.

La Mirada del Nahual, de Bert Hellinger. A mi abuelo siempre le regalan cosas. No tengo idea cómo es que lo hace, pero siempre que voy a visitarlo vuelvo cargada de revistas, dulces, chucherías y a veces hasta libros. Como éste que me regaló, y que sinceramente no tengo la menor idea de qué se trata. 

El Regreso de Sherlock Holmes, de Sir Arthur Conan Doyle. Descubrí a este maravilloso detective hace casi siete años, y gracias a un libro que, nuevamente, mi abuelo me regaló. En diciembre del año recién pasado vi este esquivo ejemplar en un quiosco cuando estaba haciendo unos trámites, y no dudé en comprarlo. Con él, ya tengo mi colección completa de Holmes, todos de ediciones y editoriales diferentes. Poco y nada me importa ese detalle, y hasta creo que le tengo más cariño por lo mismo.

Las Ventajas de ser Invisible, de Stephen Chbosky. Como comenté en la entrada anterior, en un principio no tenía intenciones de leerlo. Hasta que un día vi que lo promocionaban en una librería, que era un recién llegado, y con auspicio de mi madre lo compré. Venía con una entrada doble para ver su adaptación de regalo, la cual ya usé justo antes de que la sacaran de cartelera. Hablaré de ella después de que lea el libro. 

True Grit, de Charles Portis. Ya había mostrado la edición en español que tenía, pero es que este libro pasó a ser uno de mis favoritos de todos los tiempos. Decidí comprarla en su idioma original y en esta edición tan preciosa, después de que fue el apoyo que necesitaba para tomar una de las decisiones más importantes de mi corta vida. Le debo mucho al señor Portis, y Rooster Cogburn es, y siempre será, un héroe para mí.

Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach. Regalo de Navidad de parte de mi madre, y que llegó a mis manos después de haberlo leído hace serán seis años, cuando seguía en el colegio. Representa todo el apoyo de mi madre a propósito de la misma decisión, y le tengo un cariño inmenso. Es una edición preciosa, y en algún momento la mostraré.

Las Cajas de Luz, de Shane Jones. Me enamoré de su portada misteriosa, pero pasó más de un año antes de que recordara su existencia y lo comprara. Es muy cortito, y por lo que he podido ver al pasar unas páginas, tiene un formato bastante particular.

El Niño con el Pijama de Rayas, John Boyne. Es como trampa colocarlo, porque en realidad mi madre se lo compró para leerlo de camino al trabajo. Sin embargo, como soy algo así como la bibliotecaria de la casa, después de que lo terminó y que le encantó, y que se lo prestó a mi hermana y ella lo dejó guardado, yo lo recuperé y lo llevé a mi estantería. Tengo muchas ganas de ver que tal, porque es de esas novelas que todo el mundo parece haber leído menos yo.

Skulduggery Pleasant, de Derek Landy. Primer libro de una serie, y al que conocí por pura casualidad y que más aún me sorprendió el ver que ya existía en español. La historia de cómo lo conocí es muy breve: hace un tiempo era fanática de la serie Sherlock, de la BBC, pero los fanáticos odiosos, los odiosos creadores y la segunda temporada me hicieron alejarme. Ahora soy fanática total de Elementary, de la CBS, que vendría a ser la única serie que sigo fielmente y que veo en inglés sin subtítulos. Entonces, buscando alguna ilustración de Elementary, me encuentro con un dibujo de Skulduggery, que simplemente usaba la palabra elementary en el título. Además, el autor es irlandés. Qué puedo decir, amor a primera vista. 

Santiago en 100 palabras: los 100 mejores cuentos VI, Varios. Participé en el concurso el año pasado, y fui rechazada totalmente. Imagino que fue porque tienen mi correo, que me llegó un mail avisándome que iban a regalar estos libritos en el metro un día que tenía que salir justamente, y después de dudarlo un segundo, fui a recibir uno. Este año envié un sólo microcuento, y no tengo esperanzas de nada, pero qué puedo hacer. Algún día lo lograré. 


12 de marzo de 2013

Top Ten Tuesday #1


Creo que el primer pero para animarme con esta sección es la constancia, y es que sencillamente no me gusta eso de tener que hacer las cosas mecánicamente, como obligada. Sin embargo, después de bastante tiempo viendo a muchos blogeros hacer sus listas cada martes y pensar lo entretenido que sería, me he decidido a intentarlo, aunque con mi propia regla de hacerlo sólo si el tema me interesa.

La idea original proviene del blog The Broke and the Bookish, y consiste simplemente en hacer una lista cada martes de acuerdo al tema que el mismo blog propone. El tema de este martes es:

Top Ten de libros que encabezan mi lista de próximas lecturas para este otoño

Era en realidad primavera, pero considerando que en este lado del mundo falta aún mucho para primavera, decidí modificarlo un poco. Sin más preámbulos, aquí está mi lista, sin ningún orden en particular.


  1. Las Ventajas de ser Invisible, de Stephen Chbosky. Al principio no tenía intenciones de leerlo, y la verdad es que el hecho de que en su momento prácticamente todo el mundo en la blogósfera hablaba de él no hizo más que saturarme. Aún así, un día me senté y me dije que tenía que leerlo, y espero hacerlo por fin.
  2. Después del Anochecer, de Stephen King. Si mal no recuerdo, fue un regalo de cumpleaños. Fue amor a primera vista, y aunque lo empecé en un paseo hace ya un par de años, no lo terminé y no tengo idea por qué. Lo tengo separado para acordarme de leerlo. 
  3. Las cajas de Luz, de Shane Jones. El diseño bastante particular de su portada, que me recordó inmediatamente a un cuervo, llamó mi atención, pero no tenía dinero y lo dejé. Llegó por fin a mi estantería hace un par de meses, y creo que será mi próxima lectura.
  4. Lola and the Boy Next Door, de Stephanie Perkins. Novela compañera de Anna and the French Kiss, y aunque su predecesora no me encandiló como a muchos otros, siento bastante curiosidad por la obra de la autora.
  5. Persuasión, de Jane Austen. Me lo llevé a mis vacaciones al sur este año, pero entre las salidas prácticamente todos los días, apenas si tuve tiempo de leer. Tengo muchas ganas de terminarlo pronto, aunque sé que me demoraré un poco más porque está en inglés, y no es precisamente del fácil.
  6. Pregúntale a Alicia, Anónimo. Es algo así como una lectura de colegio, pero no sé, siento cierta atracción por este libro. Vi una representación teatral muy curiosa en unas vacaciones, y desde ese momento he tenido deseos de leerlo. Justamente a mi hermana se lo pusieron en el colegio, y como lo tengo y es cortito, no tardaré en leerlo.
  7. Midnight in Austenland, de Shannon Hale. Novela compañera de Austenland, que leí hace un par de años, creo. No era una obra de arte, pero sí muy entretenida y fresca, por lo que tengo muchas ganas de volver a probar la pluma de la autora.
  8. La Noche del Destripador, de Robert Bloch. Aún no he leído nada de este autor, y eso para mí es algo así como un sacrilegio, considerando que escribió Psicosis. Sin embargo un día, pensando en mi malsana obsesión por Jack el Destripador, llegué a esta novela.
  9. Bajo la Misma Estrella, de John Green. Igual que con la novela del señor Chbosky, el hecho de que estuviese en boca de todos me saturó al punto que le hice la cruz. Recientemente decidí darle una oportunidad, más que nada porque John Green siempre me pareció simpático en sus videos.
  10. Desayuno en Tiffany's, de Truman Capote. Un día me propuse leerlo y por alguna razón no lo hice. Es muy cortito, así que planeo hacerlo cuanto antes. 



 

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